La semana pasada se ha celebrado la Semana del Corazón, una semana destinada a informar y concienciar sobre la importancia de mantener un "corazón saludable".
Para ello es importante considerar algunos aspectos y cifras que nos recuerdan la importancia de mantener unos buenos hábitos alimenticios, un estilo de vida activo y un peso adecuado para evitar sufrir enfermedades cardiovasculares que pueden costarnos la vida.
Diabetes-Hipertensión-Tabaquismo-Obesidad-Sedentarismo y Consumo de alcohol son los principales factores de riesgo a la hora de padecer enfermedades cardiovasculares.
Todos estos factores se pueden reducir en 3 (Tabaquismo-Obesidad-Alcohol) ya que habitualmente Diabetes-Hipertensión-Obesidad y Sedentarismo van de la mano y se dan de forma conjunta.
Según datos extraídos del informe "Los Sistemas Sanitarios en los países de la UE. Características e indicadores de salud en el siglo XXI" (1) y del "European Cardiovascular Disease statistics" (2),
- España es el octavo país con mayor incidencia de diabetes entre la población de 20 a 79 años.
- El 36,7% de la población española sufre hipertensión.
- Las cifras con respecto a la obesidad tampoco dejan indiferentes. España sigue su imparable incremento en el número de personas obesas. Un 17% de la población española mayor de 15 años presenta un índice de masa corporal superior a 30.
- En relación al otro factor de riesgo (sedentarismo), el 42% de los adultos españoles declara no realizar actividad física nunca.
Todo esto nos lleva a que actualmente y a pesar de tener una esperanza de vida superior a la media Europea, los españoles tengamos un riesgo cardiovascular mayor a la media europea.
Prevenir una enfermedad cardiovascular es "relativamente" sencillo si mantenemos unos hábitos saludables y controlamos el sobrepeso.
No debemos olvidar que controlando el sobrepeso (es decir después de someterse a un tratamiento para combatir la obesidad y por lo tanto después de haber perdido peso), en el 90% de los casos se producen mejora tanto en los niveles de glucosa en la sangre como en los niveles de presión (hipertensión).
Además, el hecho de adelgazar y sentirse más activo y vital favorece que muchas personas que no habían realizado ningún tipo de actividad física anteriormente, se sientan más motivadas y dispuestas a incrementar el ejercicio físico, caminando o practicando algún deporte.
Cualquiera de los tratamientos que existen hoy en día (balón intragástrico, método POSE, método Apollo, banda gásticra..) para tratar la obesidad producirá en mayor o menor medida estos efectos que sin duda harán que no sólo se resuelva el problema del exceso de peso sino también otros muchos asociados, entre los que destacan los accidentes y enfermedades cardiovasculares.