Siempre que se habla de obesidad se habla de hábitos alimenticios, de la falta de ejercicio físico o de genética o predisposición a padecer obesidad.
Efectivamente así es, estos son los motivos más frecuentes sin embargo como la obesidad es una enfermedad multifactorial que no se limita solo a los factores arriba mencionados no podemos caer en la trampa de que si comemos bien y hacemos ejercicio adelgazaremos porque a menudo detrás de todo esto hay muchos otros elementos que influyen, siendo el estrés uno de ellos.
Resulta lógico pensar que el estrés influye en nuestro peso pero ahora sabemos cuánto importante es controlarlo para evitar sus consecuencias en nuestro organismo.
Según un estudio realizado* un 13% de la población es propensa a padecer problemas de sobrepeso/obesidad como consecuencia de enfrentarse a situaciones de estrés. Además de sobrepeso, el estrés también facilita el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes.
Una de las conclusiones del estudio fue que existe una estrecha relación entre los niveles elevados de estrés crónico y un incremento de la obesidad central, la cual se midió tomando como referencia la medida de la circunferencia de la cintura.
La relación entre estrés y obesidad a través de la comida:
Por otro lado y con independencia de los datos del estudio arriba mencionado, la relación con la comida y de cómo el estrés puede influir en esta relación es desde hace tiempo un tiempo estudiado y seguido por las principales sociedades médicas.
Y es que el estrés lleva a muchas personas a comer más de la cuenta. La ansiedad y los nervios a menudo impulsan a "picar entre horas", a ingerir mayores cantidades de comida y/o a incrementar la ingesta de alimentos de alto contenido calórico.
A veces la relación sobrepeso-estrés/ansiedad-comer más se retroalimenta a sí misma y personas con problemas de sobrepeso se sienten angustiadas por esa situación de exceso de peso. Esta situación genera un estrés que lleva a comer más y consecuentemente a engordar más.
Para controlar el estrés algunos consejos útiles son:
.Planificar nuestro tiempo libre con actividades que nos motiven
.Incrementar la práctica de ejercicio físico
.Fomentar unos hábitos saludables tanto a nivel de alimentación como de estilo de vida (incluyendo el descanso)
.Trabajar las emociones para controlar mejor el estrés
Por otro lado para controlar la ingesta innecesaria de alimentos que nos puede ocasionar el estrés, cualquier tratamiento destinado a facilitar un cambio en los hábitos alimenticios resultará efectivo para evitar que la situación "se nos vaya de las manos".
Para más información sobre cómo podemos ayudarte a tratar los problemas de sobrepeso y obesidad no dudes en contactar con nosotros.
*Según estudio realizado por la Universidad de Duke y publicado en la revista European Journal of Human Genetics.
