Hoy se celebra el Día Mundial del Ictus, una enfermedad que actualmente afecta cada año en España a 187 personas de cada 100.000.
Una de cada tres fallecen a causa de la trombosis y de las personas que sobreviven a la enfermedad el 40% sufre alguna discapacidad.
Uno de los factores de riesgo que están detrás de esta enfermedad es el sobrepeso y la obesidad.
Según diferentes estudios, a medida que aumenta el IMC aumenta el riesgo de desarrollar un ictus.
Una investigación (*) realizada por CIBERobn determinó que las personas con exceso de peso presentan mayores niveles de aminoácido homociestina en sangre, algo que aumenta al riesgo de sufrir un ictus.
Por otro lado, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha alertado en varias ocasiones que tanto el sobrepeso como la obesidad pueden aumentar en más del doble las probabilidades de sufrir enfermedades coronarias e ictus.
Además de controlar el sobrepeso, los hábitos alimenticios también son fundamentales para prevenir una enfermedad como esta.
Según otra investigación llevada a cabo en Reino Unido (**), un cambio en la dieta es suficiente para reducir el riesgo de infarto e ictus casi en un tercio.
Los investigadores evaluaron a 162 personas en relación a diferentes factores de riesgo relacionados con la presión arterial, la función vascular y la enfermedad cardiovascular (como el colesterol).
Primero con una dieta rica en grasas y después con una dieta modificada en la que comían pescado graso una vez a la semana, mayor cantidad de frutas y verduras y en la que se substituyó el consumo de productos lácteos altos en grasa y carnes por otras opciones de alimentos bajos en grasa. Además se restringió la ingesta de azúcar y sal y pasteles y galletas se substituían por frutas y frutos secos.
Posteriormente se hizo el seguimiento de esta dieta más saludable y se midieron biomarcadores específicos en sangre y orina.
Los resultados fueron que quienes seguían la dieta saludable, además de perder peso mostraron caídas significativas en la presión arterial sistólica / presión arterial diastólica de 4,2 / 2,5 mm Hg durante el día y de 2,9 / 1,9 mm Hg en la noche y una reducción de la frecuencia cardíaca media en 1,8 latidos por minuto.
También experimentaron una disminución del colesterol en sangre.
Esto demuestra el por qué es importante someterse a un tratamiento para combatir el sobrepeso si queremos cuidar de nuestra salud. Es importante porque no se trata sólo de deshacerse de los kilos de más sino de conseguir esos cambios en la dieta, en nuestros hábitos alimenticios y en nuestro estilo de vida, que van a hacer que tengamos una mejor calidad de vida.
Por ejemplo todos nuestros tratamientos incluyen un seguimiento al paciente durante dos años, que, más allá de la pérdida de peso, busca justamente esto: Enseñar al paciente nuevos hábitos que le permitan tener una mejor salud y menos opciones de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad como es el ictus.
* Según estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).
** Según una investigación publicada en American Journal of Clinical Nutrition llevada a cabo por el Kings College de Londres.
