Sin embargo,a partir de ahora y teniendo en cuenta los datos de una investigación llevada a cabo en EEUU, tendremos más cuidado a la hora de decir que la obesidad es una enfermedad ya que al parecer esta percepción empeora la situación.
Según esta investigación, el considerar el sobrepeso como una enfermedad hace que quienes padecen exceso de peso dejen de cuidarse y dejen de intentar cambiar todos aquellos hábitos alimenticios y de estilo de vida que provocan el sobrepeso.
Es como si de algún modo, al considerarlo como una enfermedad, la persona con sobrepeso "tirase la toalla" pensando que haga lo que haga va a seguir padeciendo sobrepeso. Esto hace que se relaje más y acabe incluso por empeorar aún más sus hábitos alimenticios lo que a su vez generará más obesidad.
En definitiva, podríamos decir que:
a).- Efectivamente la obesidad debe ser considerada como una enfermedad por el deterioro que supone en la calidad de vida de quienes la padecen.
b).- El que sea considerada enfermedad no significa que podamos escudarnos bajo el mensaje de "no puedo hacer nada, es como quien padece cualquier otra enfermedad", ya que por un lado (a diferencia de otras enfermedades, NO es cierto que no podamos hacer nada por frenarla y además si entendemos el mensaje de ese modo aún estaremos aumentando las posibilidades de "dejarnos llevar" y acabar con un mayor exceso de peso.
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