Entrevistamos a nuestra Rosa María Benitez Perez, psicóloga en Servicios Médicos Santa Cruz sobre la importancia del factor psicológico en cualquiera de los tratamientos para la obesidad que ofrecemos en nuestra Unidad de Control y Pérdida de Peso.
¿QUÉ PESO JUEGA EL FACTOR PSICOLÓGICO EN EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD?
Partimos
de la base de que el ser humano es un ser bio-psico-social por lo que hay que
considerar como determinantes en el desarrollo de la obesidad los factores
genéticos, constitucionales, metabólicos, ambientales y sociales que la generan,
de ahí un abordaje interdisciplinar.
En el tratamiento de la obesidad es de
fundamental importancia el abordaje de los aspectos psicológicos, emocionales,
sociales, familiares y los malos hábitos ya que juegan un papel decisivo en la
producción y mantenimiento de la obesidad como una enfermedad crónica.
Estos
factores psicológicos, precipitan y perpetúan el consumo exagerado de alimentos
(una alimentación excesiva para lo que son las necesidades energéticas
personales) y deben ser tomados en cuenta pues de lo contrario el paciente no
es capaz de comprometerse adecuadamente con el tratamiento y en general tiene
mayor dificultad para bajar de peso y/o mantenerlo.
Para nosotros el
éxito terapéutico va más allá de la mera reducción de peso. Planteamos a
nuestros pacientes un proceso continuo y
personalizado con resultados positivos en la calidad de vida, un estilo de vida
menos sedentario, integrando activamente el ejercicio, una mayor aceptación de
su imagen corporal y un cambio de hábitos de alimentación.
EN QUÉ CONSISTE EL
SOPORTE PSICOLÓGICO QUE RECIBE EL PACIENTE DURANTE UN TRATAMIENTO DESTINADO A
COMBATIR LA OBESIDAD?
Un tratamiento
integral del paciente obeso debe facilitarle habilidades,
técnicas y estrategias psicológicas
que le permitan un cambio de estilo de vida, de sus hábitos alimentarios (hábitos
que automatizamos al comer) y también debe proveerle de herramientas para
lograr un fortalecimiento interno básico, que le ayude a obtener resultados
óptimos en su objetivo de reducir peso y le otorguen la seguridad y confianza
para enfrentar posibles situaciones de "recaída" (ingesta excesiva de
alimentos).
Para ello abordamos psicológicamente
este problema con un enfoque que considere, tanto en la etiología como en la
mantención de la obesidad, variables cognitivas (creencias), variables
afectivas (manejo de estados emocionales displacenteros) y variables
ambientales (costumbres, hábitos familiares, etcétera).
Un
aspecto importante es considerar que en general los pacientes obesos tienden a
subestimar la ingesta calórica real en comparación con las personas normales por
lo que en los controles deben incluirse los registros cotidianos de ingesta. En
muchas ocasiones volcamos frustraciones, ansiedad y otras emociones en la
comida por ello instruimos a nuestros pacientes para que sepan cómo desconectar
las emociones de la comida y así poder manejar y superar las
situaciones-problema.
Nuestras intervenciones psicológicas se apoyan en estrategias
conductuales y cognitivoconductuales para lograr pérdidas de peso saludables y
un mejor bienestar psicológico.
DESDE EL PUNTO DE VISTA
PSICOLÓGICO ¿CÓMO SE PUEDE EVITAR RECAÍDAS COMO EL ABANDONO DEL TRATAMIENTO UNA
VEZ INICIADO?
Las recaídas durante
el tratamiento pueden ser frecuentes, pero no significan obligatoriamente un
fracaso absoluto del mismo, puede significar “una parada para reemprender
el buen camino con más convicción”. Para evitar las recaídas
es fundamental tener conciencia de enfermedad, no tener el peso como
referente principal y fijar nuestra prioridad en la adquisición de hábitos
saludables de vida. Durante todo el tratamiento, vamos a acompañar a nuestros
pacientes para que no se sientan solos, su éxito y su logro es también el
nuestro.
De nuestros pacientes buscamos la participación y el compromiso para
así lograr y mantener cambios en sus hábitos alimenticios y adoptar una forma
de vida más saludable. Es fundamental mantener una adecuada autoestima y
autocontrol para hacer frente a las exigencias de la vida diaria, y saber que
pueden pedir ayuda cuando lo necesiten.
El
tratamiento también proporciona la motivación esencial para mantener un modo de
vida más sano una vez que ha disminuido el entusiasmo inicial del tratamiento.
Los principios para el éxito prolongado se apoyan en educación y formación.