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Obesidad: De tal palo tal astilla

Es habitual que cuando la obesidad se instala en una familia los descendientes  también tengan obesidad. 


Son muchas las justificaciones- algunas fundamentadas y otras no- que existen en torno a este hecho. “todos en nuestra familia tenemos tendencia a engordar”, “es nuestra constitución”, etc, etc.. a pesar de que en algunos casos puede haber una predisposición genética en la mayoría de casos el hecho de que en la familia hayan varios casos de obesidad no significa que otros miembros de la familia (hermanos, hijos, etc..) tengan que ser obesos.

La prueba de esto es un estudio realizado entre más de 20.400 participantes a los que se analizó la composición de su ADN.  

Aquellos que eran más corpulentos tenía una mayor variación genética y mayor prevalencia a la obesidad sin embargo cuando se compararon los niveles de actividad de los participantes en el estudio en relación a sus genes cada variación genética en personas sedentarias incrementaba un promedio de 600 gramos, la misma variación genética en personas que practicaban al menos 30 minutos al día de ejercicio físico, los 600 gramos se reducían a 362.

Este dato es una forma objetiva de demostrar que a pesar de que pueda haber una predisposición genética si se modifican determinados hábitos de estilo de vida (como huir del sedentarismo) así como hábitos alimenticios instalados en el entorno familiar que faciliten el sobrepeso, buena parte de la lucha contra la obesidad está en nuestras manos.


La dificultad viene en cómo dar ese paso y en cómo conseguir hacer ese cambio y aquí es donde entramos en un pez que se muerde la cola. “quiero adelgazar,puedo empezar por hacer algo de ejercicio pero cómo voy a hacerlo si estando como estoy me canso enseguida”, “quiero adelgazar pero cómo voy a ser capaz de conseguir cambiar mis hábitos alimenticios si lo he probado en muchas ocasiones y no lo he conseguido”… aquí es donde entran en juego los tratamientos a medio camino entre las dietas y la cirugía de la obesidad, es decir los tratamientos endoscópicos de la obesidad. 

Balón ingrágastrico, Banda Gástrica y Método Apollo principalmente son  opciones de poco riesgo que nos ayudarán a conseguir controlar aquella parte de la obesidad que podemos evitar y controlar por nosotros mismos, esto es los hábitos alimenticios y de estilo de vida.